Mi amor por la fotografía no es un oficio que haya estado en mi familia, lo más cercano a eso fueron mis padres grabando y editando videos de eventos sociales como bodas y XV años por un corto tiempo durante mi infancia. Ninguno de ellos tuvo una formación sobre la imagen, era sólo un trabajo más, algo que hicieron porque en ese entonces tener una cámara de video hacía muy sencillo empezar en el negocio con los eventos sociales. Así que yo veía una y otra vez las fiestas que mis padres habían grabado y que editaban para poder entregar; y veía de todo, veía fiestas con 500 invitados en piso de tierra, otras en grandes salones y mil detalles, pero sin que nada de eso pareciera importar, en ambos eventos se veía que la gente estaba feliz, sonreían, se abrazaba y festejaban. Por eso comprendí que la situación socioeconómica pocas veces detiene a una familia para hacer una gran fiesta, claro, cada una con sus adaptaciones, pero fiestas al fin.
Hoy todos nos estamos preguntando qué pasará después de esta cuarentena, que si las bodas se reagendan para octubre, si regresan hasta el 2021 o si de plano se cancelan; y ha decir verdad somos bastantes los que deseamos saber la respuesta, pero aunque el panorama es incierto, sabemos una cosa, las fiestas están en nuestra sangre, en especial aquellas que son bendecidas por la iglesia, en la que se incluyen la mayoría de estos eventos sociales.
Con esto y que el endeudamiento no detiene a una familia de hacer una fiesta, en lo personal, creo que esta pandemia no logrará detenernos por mucho tiempo para que volvamos a hacerlas.
Y no me lo tomo a la ligera, sin duda no es poca cosa, en especial para aquellos que hemos visto a ese virus en la cara de nuestra familia y nuestros amigos, y también para los muchos cuya economía sin duda, se ha visto afectada. Pero debemos ver también el otro lado y saber que no todos están en esa circunstancia, y que esos, cuyos trabajos se vieron favorecidos o que simplemente su estabilidad económica fue tan buena que a penas y sacrificaron pequeñas cosas por esta situación pandémica, querrán retomar sus planes apenas terminemos con esta locura.
Seamos honestos, sentimos miedo de no saber con quién estamos, porque si ya había distanciamiento social, ahora hay un gran motivo para desconfiar más los unos de los otros, tenemos miedo, y eso es claro, pero, también como seres humanos nos entusiasma volver a vernos, nos hemos dado cuenta que nos hacemos falta, que extrañamos esas risas en persona, que deseamos el contacto humano (aunque no sea necesariamente el del transporte público); y sin duda, los motivos para abrazarnos se harán presentes. Será el amor triunfando aún en medio de una crisis global, será la presentación de una joven que ha llegado a sus XV años, será la fiesta del cumpleañero que logró festejar su cumpleaños. Será, al fin, una enorme fiesta
Un desfogue de los meses que llevamos guardados, un “te extrañé” acompañado de una buena canción en el karaoke, será el festejo de una humanidad que necesita sentirse viva.
Y para nosotros, los que capturamos esos momentos, será un momento decisivo. ¿Participar o no participar? ser cómplices de estos eventos, con ese nervio de no saber quién será el paciente 0 de esa pequeña reunión, pero estar ahí, documentando todo.
No sabemos cuándo volverán las fiestas, lo que sí sé es que se siguen reportando fiestas clandestinas, y que los amantes, se siguen enamorando, quizá ahora con más fuerza porque sabemos que la vida se nos escurre.
Las fiestas han existido desde hace mucho tiempo, han pasado otras crisis, han cruzando sismos, y sin duda, terminarán por cruzar otra pandemia más.
Así que con calma, sigamos reestructurando nuestros negocios, para que cuando llegue el momento, volvamos a escuchar “hasta que la muerte los separe”. Y de cualquier forma, sigue pendiente del blog para conocer algunas opciones para diversificar tus ingresos.
Mi nombre es Ariana Oropeza, soy Directora del Festival de Fotografía, fotofestín y tengo mucho que contarte, 19 años en el mundo de la fotografía y fotofestín, me han abierto puertas y me han dado experiencias que hoy quiero compartir contigo.
Bienvenido, al blog de ECA Puebla.